¿Moda o ética? Tú eliges

 

Si estás pensando en tener perro y las palabras regalo, perro de moda, compra, adopción, protectora, perrera, están en tu mente, queremos ofrecerte información sencilla y real para que puedas tomar el camino apropiado, de acuerdo a la regla más elemental y personal de todo ser humano: tus principios éticos.

Actualmente en España la vida y muerte de los perros es un negocio a falta de regular. La mayoría de los vivos se cobran en dinero negro, y la mayoría de los muertos se pagan con dinero público. La palabra muerte impacta, pero sin saberlo o sin saber cómo evitarlo, la sufragamos entre todos.

 

Si echas la vista atrás, recordarás que las calles de la ciudad fueron frecuentadas casi al unísono por distintas razas de perros: Doberman, Pastor Alemán, Collie, Labrador, Pit-Bull, Whestie, Buldog Frances, American Sttafordshire, Pincher, etc.

Basta un anuncio, una película, o que un actor famoso nos muestre el suyo, para que el negocio de la cría se ponga en marcha, dejando textualmente en la cuneta a los perros descatalogados que no se venden o lo hacen con dificultad.

Posiblemente un perro -para quien haya compartido hogar o convivido desde niño con ellos-, no es equiparable a la elección de una casa o un coche. Lo que no resta para que gocemos de plena libertad de elegirlo, guiados por el aspecto físico y la figura idealizada de su raza. Se trata de una decisión importante, somos responsables, y queremos acertar con el animal que compartirá más de doce años nuestras vidas. Pero la virtud de los perros no viene determinada por la raza o su aspecto físico.

El mundo y negocio de los perros se mueve desapercibido en nuestro entorno: Perros que ayudan al ser humano de múltiples formas, que aparecen como héroes del telediario, razas con pedigrí acreditado, cachorros de más de mil euros, criadores con licencia y aficionados que se ganan unas pelillas, importadores de perros, decenas de asociaciones sin ánimo de lucro (la mayoría), robos, ventas por Internet, dinero sin fiscalizar, etc. No hay calle de cualquier ciudad sin perro.

Sumando en este trasiego, las grandes cantidades económicas que genera el más popular de las mascotas, la “cifra decimal” que desechamos en este país, son 200.000 perros “sacrificados” en perreras cada año.

¿Sabías que las perreras municipales se están convirtiendo en un negocio para empresas privadas que proliferan en España a manos de grandes empresarios? Engañados o bajo recompensa, los Ayuntamientos pican el anzuelo del marketing y estas potentes multinacionales se llevan las concesiones.

Los negocios no entienden de ética. Al igual que los “Compro Oro” proliferan en tiempos de crisis, también de las perreras se saca tajada.

¿Qué niño no ha pasado por delante de un escaparate y sentido cariño, atracción o pena por los cachorrillos exhibidos en las vitrinas? Algunos comerciantes son más sutiles y prácticos, ofreciendo “el producto” sólo por catálogo.

Ningún organismo público controla la procedencia de esos perros. Nadie que acredite si esos cachorros provienen de criadores con licencia, han sido criados bajo controles sanitarios y en un ambiente apropiado para la naturaleza del animal, o por el contrario llegaron a España en furgonetas, criados en lúgubres jaulas de granjas caninas, procedentes de algún país cuyas leyes son todavía más obsoletas e inexistentes que las españolas.

Los perros nacen en un limbo legal -muy lejos de las normativas de nuestros vecinos europeos del norte-, desamparados por la excesiva dispersión de competencias entre tantas administraciones.

La cría de perros debidamente regulada y fiscalizada es necesaria, pero ¿dónde?

Según las estadísticas del Gobierno de La Rioja, en nuestra región se desechan más de 3.000 perros cada año. Lo que ofrece una media de 50 “sacrificios” por semana. Cerca del 80% provienen de zonas rurales y son razas de caza. Sobre el 70% del total no han sido abandonados, sino entregados voluntariamente por sus propios dueños para matar (“gratis”, con dinero público). Este 70% de perros entregados se matan en 12 horas; los demás en 9 ó 15 días. ¿Qué es más lógico en La Rioja, comprar o adoptar?.

¿Quieres un perro de una raza determinada?, búscalo a través de una asociación protectora transparente. El coste económico será menor, con más garantías de salud, y unas condiciones veterinarias que incluirán la castración.

Si conseguimos controlar la cría y la venta de perros en España, con la misma rigurosidad fiscal que se persigue a otras actividades económicas, imitando modelos de gestión de otros países de la U.E.; y protegemos adecuadamente a los perros de caza, con la intensidad equivalente al número de escopetas censadas, ahorraremos dinero público y venceremos un drama social cuyo reconocimiento -que según dice el tópico de detractores “anteponemos los animales a las personas”-, a muchos acompleja y a otros incomoda.

Y ahora, cuando pases por delante de un escaparate, o un conocido te quiera regalar un cachorro que ha criado por negocio o por falta de información y conciencia, piensa en ese perro que pudiste salvar, en ese que fue cumpliendo días y que sintió -cuando lo agarraban para darle la pastilla mortal-, que jamás llegabas. En esos eternos segundos de vida. En ese llanto ahogado por una lealtad infinita al Ser Humano.

Todos esos perros serían adorados por los niños. Sin embargo no son exhibidos en escaparates de centros comerciales ni céntricas calles. Están retirados de la ciudad en sucias jaulas, alejados como la vergüenza de nuestra civilización que representan, confinados en un lugar maldito llamado hipócritamente Centro de Acogida Animal. Allí los perros no se matan; se "sacrifican". Nadie ve, nadie siente. Pero todos participamos.

Tú sólo no puedes cambiar el mundo, pero entre varios sí podemos. Cuando adoptas un perro, salvas una vida y colocas una pieza importante del puzzle: la que rompe la cadena y se posiciona contra el fomento del negocio opaco, o contra la cría de perros popular y sin conciencia.

A falta de una buena normativa que regule el sistema, y evite las muertes absurdas que se producen a diario, sólo queda el sentido común de tu persona, en medio de esta tesitura, compra o adopción, prueba de fuego para nuestra empatía y conciencia.